La Unión Europea en su Informe sobre la igualdad entre hombres y mujeres 2007 dice lo siguiente: "Llama la atención comprobar que la tasa de empleo de las mujeres de entre 20 y 49 años se reduce 15 puntos cuando tienen un niño, mientras que la de los hombres aumenta 6 puntos". La Comisión de las Comunidades Europeas señala que estos datos reflejan las mayores dificultades que tienen las mujeres para conciliar la vida profesional y la vida privada así como el desequilibrio del reparto de las tareas domésticas y familiares siguen siendo importantes.
España es el tercer país de la Unión Europea con menor proporción de mujeres que trabajan fuera de casa mientras tienen hijos menores de 12 años. La tasa de empleo en ese grupo es del 51,2% frente al 60,4% de media comunitaria. Así lo señala la oficina estadística de la UE Eurostat en un estudio sobre las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de conciliar vida profesional y familiar. El estudio, con datos de 2003, refleja las pautas laborales entre mujeres y hombres de 20 a 49 años y señala que el tener hijos incide notablemente tanto en la participación en el empleo como en el tiempo que dedican al trabajo las mujeres, factor que apenas se refleja en los hombres. (13/04/05).
En el citado informe de 2007 la UE señala que "el recurso a las modalidades de trabajo flexible puede reflejar preferencias personales, pero la marcada diferencia entre hombres y mujeres subraya el desequilibrio existente en la utilización del tiempo".
La incorporación de las mujeres al mundo laboral no ha sido acompañada por el necesario cambio social. La sociedad sigue funcionando como si las mujeres tuvieran una plena dedicación al cuidado del hogar y la familia, sin tener en cuenta que tienen que hacer un esfuerzo suplementario importante por llegar a todo. La sociedad está todavía dividida en roles según el sexo y aún se asigna a las mujeres la responsabilidad de la familia y a los hombres básicamente la de la vida laboral, pública y social. Esta situación repercute en la menor calidad de la vida de las mujeres y en menores oportunidades.
Los datos son elocuentes:
Es preciso subrayar que el Estado delega una parte importante de su responsabilidad de servicio público en las mujeres como principal agente de cuidados. Tal y como afirma Irene López "El cuidado es un ingreso gratuito aportado por las mujeres, un impuesto naturalizado, porque no hace falta recaudarlo por vía tributaria, no tiene coste de gestión (no es necesaria una agencia pública que lo gestione) y no es necesaria la coerción para ello, ya que es dado por naturaleza."
Dos datos bastan para comprender la contribución de las mujeres al bienestar social:
Para solucionar esta situación se están desarrollando medidas de corresponsabilidad orientado al reparto equitativo del tiempo entre hombres y mujeres, así como a la asunción de medidas por parte de agentes sociales e instancias públicas y privadas, que faciliten la conciliación entre la vida familiar, personal y laboral.