Cuando los resultados muestran que existe una clara diferencia entre la presencia de mujeres y hombres en un espacio determinado cabe sospechar la existencia de una discriminación directa o indirecta.
Para tomar conciencia de la desigualdad basta con contar...
Si nuestras sumas nos desvelan que hay una diferencia importante entre los sexos, a pesar de que aparentemente no encontremos obstáculos, tendremos que preguntarnos qué está ocurriendo, qué causas están actuando para que mujeres y hombres no disfruten de los mismos derechos y oportunidades.
La Ley
de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres de 2007 determina tres
modos de discriminación:
Es la situación en la que se encuentra una persona que haya sido o pudiera ser tratada en atención a su sexo de manera menos favorable que otra en la misma situación.
Por ejemplo salarios diferentes, despidos por embarazo, diferentes
contratos, etc. La discriminación directa por razón
de sexo, o por cualquier otra condición, está prohibida
por la Ley.
Es mucho más compleja de probar. Ocurre cuando una persona sufre una situación de desventaja por la aplicación de una práctica, criterio o tratamiento que aparentemente es neutro. Es una discriminación camuflada que no se puede comprobar directamente.
Actualmente es la forma de discriminación más frecuente ya que la directa está prohibida por la Constitución y por la ley.
A pesar de que muchas leyes, normas o prácticas sociales traten de igual forma a hombres y a mujeres al final tienen como efecto un resultado negativo o desigual para las mujeres por lo que no es tan raro encontrar casos de discriminación indirecta.
Por ejemplo, en el ámbito laboral podemos observar diferentes situaciones de discriminación indirecta cuando...
Al hecho de ser mujer se suma otras variables discriminatorias como
la edad, la orientación sexual, la religión, la discapacidad
o el origen étnico.
¿Existen verdaderas razones para preocuparnos ante la situación de las mujeres? ¿Podemos asegurar que existen estas formas de discriminación? ¿No es demasiado extremo hablar de una situación diferencial para hombres y para mujeres cuando en los países democráticos la igualdad es el pilar fundamental sobre el que se asientan las relaciones?
Para responder a estas preguntas lo mejor es que las cifras hablen. Los estudios estadísticos rompen falsas apariencias y nos ayudan a visibilizar la situación de las mujeres y a comprender la realidad de forma objetiva.
Los siguientes datos nos ayudaran a tener una idea más precisa de la realidad:
A) La participación de las mujeres y hombres en el mercado laboral
B) Mujeres y hombres en el reparto de responsabilidades familiares. Conciliación y corresponsabilidad
C) Mujeres y hombres en los puestos de responsabilidad
D) Mujeres y hombres en la educación
E) La violencia contra las mujeres
F) Mujeres en situación de exclusión